miércoles, 11 de noviembre de 2009

Piercing: los riesgos de verse cool


Dr. Werner Jensen
Infectólogo
Clínica Ciudad del Mar

Recientemente me tocó atender en la UPC de la Clínica Ciudad del Mar a una adolescente en estado de gravedad. Sufría un shock tóxico causado por una bacteria muy agresiva y tenía un 50% de probabilidades de morir. Todo por hacerse un piercing.
Al parecer, ella se había perforado el labio inferior en un local establecido y el orificio se le había cerrado. Al reinstalarlo, provocó una nueva herida que fue la puerta de entrada del Estreptococo pyogenes grupo A, que formaba parte de la flora de la piel de la paciente. La infección comenzó con enrojecimiento e inflamación local, pero luego continuó con fiebre y después tuvo pérdida de conciencia y entró en estado crítico.
Finalmente, con ayuda de drogas vasoactivas y ventilación mecánica, y la atención oportuna del personal médico de la Clínica, la paciente logró salvar su vida. Pero la bacteria fue tan agresiva que produjo necrosis (muerte de tejidos), por lo que hubo que extirparle una parte de su lengua y hoy debe someterse a rehabilitación fonoaudiológica para hablar.
La difícil experiencia de esta joven nos permite plantear los riesgos de estas perforaciones, que habitualmente se realizan sin medidas asépticas. En primer lugar pueden producirse infecciones por bacterias o por virus. Y entre éstos el más peligroso no es el VIH, sino otros menos conocidos, como el de la hepatitis B y C, que son mucho más transmisibles. Incluso hay casos publicados de pacientes que han sufrido endocarditis (inflamación en el endocardio, que es la capa interna del corazón) por infección de piercing.
Las perforaciones más peligrosas son las que se realizan en zonas de mayor concentración de microorganismos, como el ombligo, los genitales, los labios, la nariz y la lengua. En cuanto a las orejas, los orificios tradicionales en el lóbulo son los menos riesgosos, pero si se perfora el cartílago de la oreja y se produce una infección, el cuadro se hace más complejo porque ese tejido tiene tan poca vascularización que los antibióticos no llegan e incluso podría ser necesaria una cirugía para extirpar el área dañada antes que la infección se disemine por el resto del cuerpo.
Para disminuir las posibilidades de una infección al hacer un piercing es necesario chequear que los implementos se utilicen una sola vez. En cuanto a la piel, nunca se puede dejar completamente libre de bacterias, pero hay que reducirlas al mínimo con un buen lavado y después usando un antiséptico. Sin embargo, el riesgo siempre está presente y es necesario reflexionar si vale la pena asumirlo.

1 comentario:

  1. Solo deseo agradecer esta publicación desde el punto de vista científico, con el fin de hacer entender a nuestros jóvenes lo peligroso que puede ser una moda sin mediar las consecuencias que hasta podría ser fatal, ojalá los jóvenes tomen conciencia y los padres los aconsejemos.
    Atte Jorge Z. F.

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