viernes, 6 de noviembre de 2009

Ya no basta con examinarse frente al espejo


Dra. Tatiana Muñoz
Radióloga

Especialista en Mamografía
Clínica Ciudad del Mar

Atrás quedaron los tiempos en que sólo bastaba con mirarse al espejo una vez al mes buscando protuberancias en nuestras mamas. La autopalpación para descartar un cáncer es una técnica del pasado.
Para empezar, esta exploración sólo permite detectar lesiones palpables. Por lo tanto, si la paciente encontrara algo que considera anormal y resultara ser un cáncer, ése sería un diagnóstico tardío.
La solución preventiva más oportuna es practicar una mamografía anual después de los 40 años. Este examen, rápido y no invasivo, permite identificar posibles lesiones tumorales en su estado más precoz, lo que mejora el pronóstico de la paciente.
Los informes de mamografías son elaborados por un médico radiólogo y los resultados están estandarizados e indican claramente al médico tratante el riesgo de malignidad y cuál es la acción que se recomienda seguir. Para eso se usan los códigos BI-RADS. Los códigos 1 y 2 arrojan un examen normal, el 3 significa que la paciente tiene que controlarse su lesión en un corto plazo; el 4 y el 5 recomiendan practicar biopsias, es decir, extraer tejidos de la mama para que un patólogo investigue la presencia de un tumor maligno.
En este proceso diagnóstico también podrían encontrarse lesiones benignas, que pueden corresponder a quistes, de consistencia líquida, o incluso a nódulos sólidos, que son frecuentes en pacientes jóvenes. Estos hallazgos no requieren tratamiento.
Toda mujer está en riesgo
En los últimos 40 años, se ha incrementado la incidencia de cáncer de mamas y en mujeres más jóvenes. Hay varios factores de riesgo, principalmente de tipo hormonal y el hecho de tener familiares que hayan sufrido esta patología. También puede asociarse con el consumo de cigarrillo y el estrés.
Por otro lado, hay rasgos que se ha probado que previenen esta enfermedad, como el tener muchos embarazos, lactancias prolongadas, la menarquía tardía (primera regla) o la menopausia precoz. Sin embargo, el evitar conductas de riesgo o tener las condiciones protectoras no aseguran que la enfermedad nunca se produzca.
Si se detecta una lesión maligna, el pronóstico mejora si el tamaño es menor a 2 cm. Si ya fuera palpable, significa que el tamaño de la lesión es mayor. Sin embargo, es frecuente que los bultos resulten ser tejido mamario normal o quistes. Además, los tumores cancerosos no suelen doler, son duros y van creciendo con el tiempo.
Pero, para determinar el avance del cáncer, lo más importante es verificar el estado de la axila, que es el lugar hacia donde naturalmente se drena la mama. Es por eso que la condición de los ganglios axilares permite saber si la enfermedad ha avanzado o no. Si mediante una biopsia se verifica que estos ganglios no están comprometidos, significa que la patología está localizada.
La mamografía anual es la mejor herramienta para detectar a tiempo una enfermedad que afecta a mujeres activas y que compromete a toda su familia.

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